Ojo Seco

Entendemos que el manejo de una condición médica es un proceso integral. Nuestro objetivo es la atención y cuidado de todos nuestros pacientes para garantizar su satisfacción. Nuestro modelo se basa en un diagnóstico y clasificación precisos, tratamientos personalizados y seguimiento. Además, creemos en brindar un servicio completo que aborde no solo las preocupaciones inmediatas, sino también todos los aspectos de tu bienestar que intervienen en tu mejoría. 

Ojo Seco

La Enfermedad del Ojo Seco (EOS) se presenta cuando la producción de lágrimas es insuficiente o su composición no es la adecuada, afectando a más de 740 millones de personas globalmente.

El ojo seco suele subdiagnosticarse, impactando negativamente en la calidad de vida, especialmente en mujeres mayores de 40 años, donde la prevalencia supera el 50%, llegando al 90% en la etapa de la menopausia.

Esta condición provoca sequedad e irritación ocular, impactando significativamente en la agudeza visual, actividades diarias y la productividad laboral. 

La disminución en la producción de lágrimas es una de las principales causas del ojo seco. Este problema puede ser resultado de la destrucción o disfunción de las glándulas lagrimales. A medida que envejecemos, es común que la producción de lágrimas disminuya, afectando tanto a hombres como a mujeres. Sin embargo, es más prevalente en mujeres, especialmente después de la menopausia. Factores ambientales, enfermedades subyacentes, medicamentos y cirugías oculares son algunos desencadenantes comunes.

Los síntomas varían, pero incluyen picazón, ardor, ojos rojos, molestias por la luz, sensación de raspadura, visión borrosa y producción excesiva de lágrimas como respuesta a la irritación. Si experimentas alguno de estos síntomas, busca asesoramiento para un diagnóstico y tratamiento precisos.

Diagnóstico y Tratamiento

El diagnóstico temprano es crucial para abordar eficazmente el ojo seco. Abordar esta condición de manera oportuna no solo alivia los síntomas, sino que también contribuye a prevenir posibles complicaciones a largo plazo.

En nuestro centro especializado, ofrecemos evaluaciones precisas y planes de tratamiento adaptados a cada individuo, brindando una atención personalizada.

Spa de ojos: Una serie de procedimiento no invasivo que proporciona alivio de síntomas y previene complicaciones.  

Lágrimas artificiales: Genera alivio sintomático y mejorar la agudeza visual y prevenir el daño ocular.

Compresas calientes: Busca ablandar las secreciones en los conductos excretores obstruidos de las glándulas de Meibomio. Contribuye a mantener una función lagrimal adecuada y prevenir posibles complicaciones asociadas con la obstrucción de los conductos glandulares.

Estrategias ambientales: Minimizar la exposición al aire acondicionado o calefacción. Los humidificadores son útiles en el dormitorio, la oficina o cualquier espacio donde el paciente pase una cantidad significativa de tiempo. Se recomienda el uso de barreras físicas alrededor de los ojos para proteger la humedad del entorno local alrededor de los ojos. Existen lentes/máscaras especializadas para proteger los ojos. 

Blefaritis y Disfunción de Glándulas de Meibomio

La blefaritis, inflamación del borde palpebral, se divide en dos tipos: anterior y posterior. La anterior afecta la parte frontal del párpado y se asocia comúnmente con patologías dermatológicas o infecciones bacterianas. La blefaritis posterior, también conocida como "Disfunción de las Glándulas de Meibomio", involucra una obstrucción de estas glándulas, causando inflamación y afectando la calidad de las lágrimas.

Los síntomas, como sensación de arenilla, picor, lagrimeo y ojo seco varían en intensidad. El tratamiento continuo es esencial para el bienestar de los pacientes, ya que la sintomatología puede fluctuar, y un manejo adecuado evita complicaciones graves.

No siempre es fácil identificar la causa de la blefaritis, pero se han identificado factores de riesgo como edad avanzada, enfermedades dermatológicas, tratamientos antiacnéicos, descontroles hormonales y estrés emocional.

El tratamiento se centra en:

Spa de ojos: Una serie de procedimiento no invasivo que proporciona alivio de síntomas y previene complicaciones.  

Higiene palpebral: Limpieza regular con toallitas o jabones especiales, alternando con calor y masajes en casos específicos.

Lágrimas artificiales: Esenciales para compensar la inestabilidad de la lágrima y aliviar molestias oculares.

Antibióticos orales: Doxiciclina y minociclina regulan la secreción lipídica y tienen propiedades antiinflamatorias.

Otros tratamientos: En casos más severos, se puede recomendar fármacos adicionales o procedimientos como los que tenemos en nuestro centro. 

Controlando la blefaritis

La blefaritis es crónica, pero su progresión puede controlarse y los síntomas minimizarse. Con tratamientos adecuados y la supervisión de su médico, podemos mantenerlo asintomático y mejorar su calidad de vida ocular.


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